miércoles, 10 de septiembre de 2008

Vuelta al cole

Donde menos se piensa, salta la liebre.
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Refrán.
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ttttttSe acaba el verano y vuelve la rutina de todos loa años: vuelta al trabajo, vuelta al cole, volver a aguantar los anuncios de los fascículos... Pero hoy me centraré en la vuelta al colegio y un tema del que siempre se habla: exceso de peso en mochilas.
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tttttDesde hace muchos años nos llevan advirtiendo de que es perjudicial que los niños carguen tanto peso en la espalda. Pero, evidentemente, de alguna forma han de llevar los libros al colegio. Sin embargo, hará una semana, me llamó la atención que en una parte de España, se reducían los libros en una copistería para que sólo llevasen el tomo que correspondiese a ese trimestre. Curiosamente la reducción del volumen no era barata ni mucho menos y me pareció entender que reducir cada libro costaba unos 30€. Muy barato no es. Yo me pregunto: ¿nos hemos parado a obsevar los libros? Dichos libros están repletos de imágenes, gráficos, fotografías, dibujos... y contienen muy pocas letras, que es lo que de verdad importa.
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tttttToda esa cantidad de imágenes son irrelevantes para el estudio, no hace falta que si en biología están dando los animales, pongan la foto de un elefante que ocupe la mitad de la página. Ya se sabe que un elefante es un animal. Pero no os penséis que toda esa cantidad de imágenes únicamente abundan en los libros de primaria, en los de la ESO también se encuentran multitud de fotografías, y lo grave es que en los libros de bachillerato también hallamos "ornamentos" inútiles. t
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tttttSi eliminásemos todos esos embellecedores de los libros, no sólo pesarían menos y ocuparían un volumen menor, sino que además se ahorraría papel, tinta y dinero. El problema es que se reducirían tanto los libros que daría vergüenza comprarlos por lo pobre de contenidos y se acabarían fotocopiando.